martes, 28 de febrero de 2012

STOP y juega con tus hijos


Al igual que hoy, hacía ayer una tarde tan preciosa que no dudé en salir media hora a montar en bici con la pequeña Pizpireta. Justo el ratito en el que su hermana mayor estaba en sus clases de ballet y con la que previamente había estado un buen rato saltando a la comba en la terraza de casa. Lo pasaron en grande, ellas y yo. Van creciendo y nos olvidamos de lo importante que es que sigamos JUGANDO con ellos. Intento dedicarles un ratito cada día en ese sentido. Ellas lo agradecen enormemente. Un alto en el camino que, además, me libera a mi misma de las tensiones del día.
foto: imagenesydibujosparaimprimir.com

No hay termómetro mejor para medir la salud de nuestros hijos que su juego. Ya sabéis que Pizpireta es toda una odisea comiendo pero su pediatra me insiste: “¿duerme bien? ¿juega y está feliz?, pues come lo suficiente para ella, no te preocupes, ya comerá más”.

Es curioso como muchas veces nosotros los padres, impulsados seguro por la publicidad y el  consumo, nos empeñamos  en comprar juguetes que luego acaban apilándose en un trastero. “Tiene un montón de juguetes y no juega con nada”, solemos decir en más de una ocasión. No sé si os he contado que mis peques tienen, regalo de reyes y cumpleaños varios, la casita de la Barbie, la de los playmobil , los supermercados  y caravanas de las Pin y Pon, etc, pero ni una sola de estas casas, carísimas por cierto, hace sombra a las cajas de mis zapatos reconvertidas por ellas mismas en fantásticas mansiones. 

Nos olvidamos de lo importante que es dejar volar su imaginación, modelar con plastilina, revolcarlos a cosquillas y jugar, sencillamente jugar. Lograr que nuestros hijos sean personas adultas y equilibradas, sociables y bien relacionadas con su entorno, son metas imposibles de alcanzar sin el juego.

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