jueves, 27 de diciembre de 2012

2012. Agradeciendo

Ilustración: Erin McGuire
Ya siento que se va, es como cuando el viento de golpe agita tu pelo y remueve las hojas secas entre tus pies. Se va el año.

Un año difícil para personas cercanas a mí y muy difícil para muchas otras que desconozco. Esta es mi entrada numero 200. 

Todavía recuerdo el primer día que me lancé a esta aventura creativa tal cual, en picado y a pecho descubierto. Yo no puedo más que estar agradecida y sentir cómo me ha mimado el año. Escribí y publiqué mi primer cuento y por el camino conocí a personas entusiasmadas y apasionadas de su trabajo. 
He visto crecer este blog y gracias a ello, sé que comparto reflexiones, ideas y hasta buenos y malos días con personas que jamás habría conocido de otro modo. A veces me sorprende comprobar cómo se pasean por el túnel del hada visitantes de países lejanos a los que siento tan cerca. Gracias. 
 Sigo haciendo lo que más me gusta, escribir. Y aunque mi primera novela sigue cocinándose, estoy segura de que pronto se convertirá en un delicioso guiso. 
 Mientras, mis hijas siguen creciendo sanas y felices y yo las veo de la mano de mi compañero, mi marido, con complicidad y mucho amor. Mis tres razones. 
 Dejadme que de las gracias por ello y también, ya que estoy: 
 A mi madre, que se sigue preocupando por si me he tomado un vaso de leche calentito, "que hay que ver que no paras en todo el día, anda hija que así duermes mejor". A mi padre, al que veo muy poquito pero al que quiero mucho. A mi hermana, por volver. A mis buenas amigas y mejores vecinas, por aguantarme los buenos y malos ratos, por los "no te preocupes que ya te llevo yo a las niñas". A mi perrita Dalsy que aunque ha aumentado considerablemente mi ya abarrotado día de tareas, me obliga a pasear todos los días, me mantiene en forma y consigue que en ese rato esta cabecita trabaje su creatividad. A los maravillosos ilustradores que acompañan mis entradas. Como envido ese don, cómo quisiera yo dibujar todos los colores que llevo dentro. A mi cafetera dolcegusto, que me pone las pilas por la mañana. A la lectura, mi tabla de salvación. A mi sofá por las noches cuando tarde digo, "ahora sí, ya estoy off". Gracias 2012. 
Ha sido un placer. Pretendo ahora seguir bailando con 2013.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Buen Humor y Feliz Navidad

Ilustración :Marie Cardouat
Primera vez que organizo unas Navidades integras en mi casa. Siempre en casa de mamá, con maletas a rastras, llegando como el almendro para sentarme a cenar e inundando su tranquilidad   con mis maletas, pañales, leches, juguetes, regalos, trastos y demás. Son los gajes de vivir lejos, que tienes que viajar en poco tiempo para vivir pocos días intensamente. Este año, por fin, ahorramos 1000 km y nos reunimos en casa.
Os cuento que no hay espacio habitable que no esté invadido por abrigos, bufandas, zapatos, maletas, bolsas, cepillos de dientes, toallas y regalos que no deben verse pero que abarrotan los armarios o se esconden en los lugares más insospechados. La escalera parece el  metro y para acceder a la ducha hay que opositar. Mi cocina está a toda máquina y no deja de funcionar durante todo el día. La lavadora y el lavaplatos están a pleno rendimiento y mi perrita Dalsy no deja de ladrar intrigada ante tanto movimiento. Yo no encuentro nada y mis dos hadas andan desorbitadas fuera por fin de sus rutinas y consentidas por sus dos abuelas que con eso de "para cuatro días que las vemos..." tienen a su madre en cuarentena. Mi hermana y mi sobri adolescente han secuestrado mi portátil, de ahí mi poco tiempo para bloguear.  El papi de las hadas se está portando genial aunque sé que se escapa de vez en cuando del bullicio que invade nuestro siempre tranquilo hogar. Mañana, pienso, no será lo más importante el menú que se sirva en la mesa. Lo más importante lo estamos viviendo ya: ese trajín, de estar todos juntos colapsando la cocina, el lugar más preciado de mi casa , ya lo sabes. 
En fin, que me voy unos días, como mínimo hasta el año que viene. Ya me veis lo ocupada que estoy, cargadita de regalos, cargadita de momentos, cargadita de familia. Suerte que el fin de año me ha cogido también cargadita de buen humor.

Queridos paseantes, Feliz Navidad. 

martes, 18 de diciembre de 2012

Feliz Navidad desde el túnel del hada


Ilustración Milla Marquis
Calor de hogar, risas y abrazos, muchos abrazos, tiempo para los tuyos y tiempo para ti. Esperanza y paz. Que duermas bien todas las noches y arropes a los que amas. Que si llueve, sepas sacar el paraguas. Largos paseos y rebosante salud. Trabajo y nuevas oportunidades. Esa conversación pendiente y una buena sobremesa con tus amigos. Perdón. Muchos SÍES y pocos NO. Jugar, deja lo que puede esperar y salta con tus hijos. Decir te quiero y te echaba de menos. Buscar tiempo para eso que siempre has querido hacer, no hay edad para aprender a tocar la guitarra ni lienzo que pueda resistirse a los colores que tú le pongas. Sueña despierto. Comparte. Sonríe  y muéstrate agradecido. Consuela y ama. Da gracias todos los días por el sol que te despierta y abraza la vida que es el mayor de los regalos. 

Feliz Navidad desde el túnel del hada

Silvia

domingo, 16 de diciembre de 2012

Jackie Rueda en Cosas bonitas que me encuentro

Esta semana, en cosas bonitas que me encuentro, no puedo dejar de recomendaros el blog de Jackie Rueda. Esta periodista caraqueña y mejor fotógrafa tiene una bitácora maravillosa que te dará miles de ideas bonitas y si tienes ganas te enseñará un montón de secretos en sus numerosos cursos de fotografía online. Mirad qué preciosas y originales ideas para empaquetar nuestros regalos  estas Navidades. 

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Un árbol decorado con deseos esta Navidad

Ilustración: Stephen Mackey
Ayer mi amiga María se emocionó al recibir una felicitación de Navidad de lo más tradicional. Ahora que todo lo whatsapeamos  y reenviamos mensajes a nuestros contactos de manera automática, sin tiempo para pensar, sin pararnos a personalizar, abrir el buzón y encontrar una felicitación más allá de la de El Corte Inglés, es de agradecer.

Este año, he querido personalizar mucho mi árbol de Navidad. Bueno, es que este año me siento con la responsabilidad de irradiar felicidad a los míos. Así que se me ha ocurrido una idea fantástica que ha encantado a mis hijas y a sus amigos y a la que se han añadido familiares y vecinos. He salido al jardín, he cogido una escalera, me he puesto el gorro porque el frío aprieta mucho y he decorado mi olivo. Nada tiene de especial, cierto, lo que ocurre es que lo he convertido en un ÁRBOL DE LOS DESEOS, y se está llenando de pequeños o grandes, no sé, deseos envueltos en papel celofan o insertados en bolas de poliespan. Es maravilloso, recibir y colgar de mi árbol los deseos de mis seres queridos y de las personas que me acompañan cada día. Si estás cerca y te apetece, te presto mi árbol para tu deseo y si estás lejos, crea el tuyo propio.¡ Yo me lo estoy pasando pipa¡

martes, 11 de diciembre de 2012

Regala lectura, regalarás un tesoro


El regalo estrella de estas navidades, un buen libro. No te vas a equivocar y no hay edad para recibirlo. Estarás regalando un verdadero tesoro. No te escudes en eso de no tengo tiempo, qué suerte tienes a mis hijos no les gusta. Recuerda que nadie nace lector, un lector se hace desde la más tierna infancia. El amor al libro es un hábito temprano, creado y asociado a la relación afectiva. Nuestros hijos crecen escuchando poemas, nanas, canciones y pasan a explorar libros con preciosas imágenes ilustradas para dormirse escuchando las historias que les contamos. Si además tu lees, ellos mimetizan tu actividad. Leer es un regalo, es compañía, es libertad, leer es viajar, sentir, entender, analizar, empatizar. Leer enseña a respetar, a tolerar. Leer educa, divierte, entretiene. Uno en parte es muchas veces lo que ha leído.

Mis propuestas para estas Navidades en el túnel:




Pitagorina está muy cerca de recibir la cuarta entrega de La Banda de Zoe, un grupo de amigos que esta vez corre sus aventuras en Nueva York. Ilustrado por el genial Jordi Labanda y divertidamente escrito por Ana García Siñeriz. Muy recomendable para niñas de entre 8 y 12 años.

Pizpireta va a recibir uno muy especial, "Los vestidos de Mamá" de Mónica Carretero. Con unas ilustraciones maravillosas. Un guiño a la complicidad entre madres e hijos y una desbordante imaginación para leer solos y en familia. Apto para todas las edades.

Y si ya tienes un Kindle, puedes adquirir por Amazon un libro precioso escrito por la mamá del túnel ( Silvia Salgado) y divertidamente ilustrado por Enrique Tortosa del Toro: "Cuéntame un cuento, ¡yo te lo pinto!" para leerlo a los más pequeños de la casa.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Diciembre

Ilustración de Ewa Ludwiczak
Llegó mi mes, el mes del frío que te hiela las ideas y acelera el corazón. El mes de saca la bufanda, busca los guantes, ponte un gorro, compra cacao para los labios, prepara un chocolate, quédate en casa. Mi mes de haz las paces, termina lo que te propusiste, empieza a plantearte lo que vas a querer  hacer, regala sueños y empaqueta ilusiones, el mes del turrón, el mes de qué libro empiezo a leer, el de tengo que recopilar las fotos de todo el año, en unos días se pasa esto y pierdo unos kilos. Mi mes, el que cumplo años. 38. Esos son los años de la mamá del túnel. Me encanta diciembre. Será porque lo empiezo celebrando y lo acabo celebrando, de fiesta en fiesta, recibiendo abrazos, llamadas, visitas, llegadas, asistiendo a cenas y festivales, engalanando mi casa. Atando cabos y siguiendo el camino. 

miércoles, 5 de diciembre de 2012

También amanece en estos tiempos

Ilustración de Claire Fletcher

Mi visión optimista de la vida me dice que quizás la crisis nos ayude a educar mejor. Esa palabra con la que conviven nuestros pequeños desde hace ya unos años y que se ha instalado en algunos hogares de forma cómoda y a sus anchas, sin que la inviten, sin preguntar. Y si, demos gracias, en tu casa no ha entrado, sabes que está durmiendo en casa del vecino, de un amigo, de un hermano. Ahí está. Lo saben hasta nuestros pequeños.
“Este año, con la crisis, no habrá tantos regalos, mami”, me dice Pitagorina a lo que yo asiento. Hemos redactado nuestras cartas a los Reyes Magos (Klaus sólo nos deja dulces y algún que otro cuento)  y, la verdad, me han sorprendido mis pequeñas. Su papá y mamá ya saben que sólo llegarán tres regalos, uno por cada rey.
Años atrás, en mi casa, como imagino en la tuya, el salón amanecía inundado de regalos, hasta de los que no se habían pedido. A veces pensamos que son nuestros hijos los que piden y demandan y no somos conscientes de que somos nosotros, sus padres, quienes generamos sus necesidades. He visto a mis pequeñas ignorar al juguete “trending topic” de la Navidad, el más caro, el más difícil de encontrar y pasarse la mañana de reyes divertidísimas vistiendo a sus viejas muñecas con los lazos que adornaban el nuevo presente.¿ A qué a ti también te ha pasado algo parecido?
 No olvidemos que en estas fechas lo que necesitamos es dar y recibir tiempo con nuestros seres queridos. Juega con tus hijos, disfruta de preparar deliciosas recetas con ellos, pon el nacimiento y el árbol, llama a quién hace tiempo no llamas, sonríe a ese vecino del que desconoces su nombre pero al que te cruzas cada día, si alguien te pide y puedes ayudarlo, hazlo, te será devuelto el doble. Dile a tus hermanos lo  mucho que los quieres, pero díselo, necesitan oírlo. Abraza. No hay mejor consuelo que un abrazo, ni palabra más hermosa en el diccionario que pueda suplir su significado. Comparte lo que tienes. Regala una carta escrita, toma un café con tus amigos. Siente que estás vivo. Disfruta del sol, del frío que te hiela los huesos, señal de que sientes, estás y percibes. Da las gracias todas las mañana por poner los pies en el suelo y sonríe, mejor, ríete mucho. Y si  crees que la noche está cerrada para ti, recuerda que siempre está el amanecer.

 Feliz Navidad mis queridos paseantes


lunes, 3 de diciembre de 2012

Dulces que alimentan el alma y el corazón

Ilustración de Jane Dyer
Preciosa ilustración de Jane Dyer que me ha hecho sonreir porque parece una fotografía tomada en la cocina de mi casa, con mi pequeña Pizpireta lista para cocinar un bizcocho. Esta niña me sale cocinera porque a sus escasos seis añitos se ha quemado ya más de una vez. Siempre anda cerca de un fogón.
Estaba pensando que algo tradicional se ha vuelto ahora de lo más chic y novedoso: cocinar  cupcakes, hornear bizcochos y en fin, trastear en la cocina. ¡¡ Qué bonito!!, vamos a engordar un rato, porque alguien tiene que comerse lo que preparamos con dulces ingredientes. Lo que me hace reflexionar es que quizás los tiempos que corren nos ayuden a tomar conciencia de lo valioso. Abocados como estábamos al ocio que se paga, a la errónea sensación de consumir para alimentar nuestra felicidad. Ahora resulta que empezamos a darnos cuenta de que una fría tarde en casa, con los tuyos, compartiendo dulces, puede ser de lo más cálida y lo más importante, alimenta sobremanera el alma y el corazón.