domingo, 20 de enero de 2013

Superar la pérdida de su mascota


Dejando que la lluvia lave mi tristeza, que el viento arrase mi dolor y suplicando al tiempo que cicatrice rápido las heridas de mi corazón que duelen más que las de mi mano izquierda, a la que mi perrita Dalsy se aferró el viernes, antes de dejarnos para siempre.
Sólo quien ha tenido una mascota en casa es capaz de entender cuánto duele su pérdida, el vacío que dejan en tu hogar. Dalsy nos dejó el viernes, se la llevó su ímpetu, su fuerza y carrera y la velocidad de un camión. Nada pude hacer. Más que abrazarme a ella y compartir su dolor que fue inmenso pero corto y que desgarró mi mano izquierda y quebró mi corazón.
Mi hija pequeña y Dalsy este verano
A las hadas les hemos dicho que la pequeña Dalsy se escapó con dos amigos salvajes porque ella también era libre. Nos quería mucho pero necesitaba correr y perseguir y cazar liebres. Mis heridas en la mano, son fruto de una caída mientras corría tras ella. Hemos pensado que sería menos doloroso para ellas. Hoy están más tranquilas, pero ha sido duro. Por primera vez nuestras pequeñas se han enfrentado a la pérdida, a la ausencia de un ser que querían mucho. Sé que el tiempo las curará y que esto es para ellas una lección de vida. Me ha producido mucha angustia darme cuenta de que no siempre podré paliar su dolor y los golpes que nos va dando la vida. Crecer es hermoso, pero difícil. Me preocupa la excesiva sensibilidad de mi hija mayor, inconsolable y me preocupa más el cierre en banda de mi hija pequeña que ha decidido no hablar más de su preciosa compañera de juegos.
Tenemos suerte de que papá que me consta lleva su tristeza a buen recaudo, tira de nosotras. Sé que saldremos de este momento, juntos, en familia. Nos queda un poquito. Eso sí, pequeña Dalsy, siempre te llevaremos con nosotros.

2 comentarios:

  1. Lo siento tanto.. te entiendo, te entiendo con todo el corazón. Mi perra se fue hace poco más de un año y yo siento que perdí una parte muy importante de mi vida, un pedazo del corazón. Todos los días pienso en ella, y aunque aun duele, estoy más tranquila, y tu también lo estarás.

    Un abrazo desde aquí, y que las heridas que no se ven no duelan tanto.

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  2. Aix... Cuanto lo siento. Te entiendo perfectamente. Con lágrimas en los ojos os mando un gran abrazo sanador, y deseo que este mal rato pase lo más tranquilo posible. Un abrazo sanador familia y mucho ánimo

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