Ilustración de Jane Dyer |
Preciosa ilustración de Jane Dyer que me ha hecho sonreir porque parece una fotografía tomada en la cocina de mi casa, con mi pequeña Pizpireta lista para cocinar un bizcocho. Esta niña me sale cocinera porque a sus escasos seis añitos se ha quemado ya más de una vez. Siempre anda cerca de un fogón.
Estaba pensando que algo tradicional se ha vuelto ahora de lo más chic y novedoso: cocinar cupcakes, hornear bizcochos y en fin, trastear en la cocina. ¡¡ Qué bonito!!, vamos a engordar un rato, porque alguien tiene que comerse lo que preparamos con dulces ingredientes. Lo que me hace reflexionar es que quizás los tiempos que corren nos ayuden a tomar conciencia de lo valioso. Abocados como estábamos al ocio que se paga, a la errónea sensación de consumir para alimentar nuestra felicidad. Ahora resulta que empezamos a darnos cuenta de que una fría tarde en casa, con los tuyos, compartiendo dulces, puede ser de lo más cálida y lo más importante, alimenta sobremanera el alma y el corazón.
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