"El abuelo dice que el mar es azul. Yo nunca lo he visto. Pero lo he dibujado en la arena. Mi mar no es azul. Es del mismo color que las cabras y los camellos: del color de la arena. Dice también el abuelo que el día que yo vea el mar, podré pintarlo de azul, y que ese día seremos libres."
Lo único que necesita el niño protagonista de este cuento para ser feliz es papel y lápices de colores. Lástima que no siempre llegan a su campamento.
Esta historia está inspirada en los talleres que ART and LIFE organiza en distintos países en apoyo de los niños y niñas. Es un cuento precioso para niñ@s a partir de seis años. Los cuentos me parecen siempre un instrumento maravilloso para explicar a mis hijas que el mundo va más allá del que ven cada día. Una manera efectiva de educar en el respeto y la tolerancia.
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