Colección de la diseñadora Lorie Marie Visita su blog |
Yo no sé coser ni el bajo de un
pantalón. Lo intentaron las monjas en el colegio y mi madre en las clases de
costura de doña Filomena a quién recuerdo reñirme para que usara el dedal y
prestara más atención. Fue mi hermana y no yo la que aprendió con ella punto de
cruz y otras labores. A mamá no le quedó más remedio que borrarme de aquellas,
para mí, soporíferas clases. Y no ha pasado nada. Todos no tenemos las mismas
habilidades y ¡suerte de ello!. Hoy recurro a la modista cuando necesito algo y
si no me urge, espero a que me visite mami para regalarle una tarde de
remiendos.
Pero todo sirve desde luego. Se
ha puesto de moda lo artesano, lo hecho a mano, lo original y único. Mis hijas
y sus amigas llevan al cole unas diademas preciosas hechas por mamás que sí
estuvieron atentas a aquellas clases. Como mi amiga Manuela, enfermera de
profesión, pero con una creatividad desbordante. No es su caso, por supuesto,
pero sí la situación de crisis que vivimos está incrementando la creatividad y
el ingenio de muchas personas que ante la falta de empleo vuelven a lo “tradicional”
y, créeme, más de una no sólo consigue un medio nuevo de ganarse la vida sino
una gran satisfacción por hacer algo que realmente les gusta. Preciosas
camisetas estampadas, zapatillas forradas, diademas a juego con lo anterior,
etiquetas personalizadas, preciosas encuadernaciones, madalenas y pasteles de
diseño original y un largo etc que esta revolucionando la red. ¡Realmente hay
cosas preciosas¡.
Yo me alegro de ver tanta creatividad y arte por la red, y de tener la oportunidad de comprar cosas únicas y personales, de hecho intento regalar siempre que puedo cosas artesanas, hechas por otras personas o por mí misma...
ResponderEliminarYo no pude tener clases de costura, me hubiese encantado, mi abuela, que casualmente se llamaba Filomena no tuvo tiempo de enseñarme....
Un abrazo