Lo que daría yo por estar mañana paseando por tu orgullosa rambla, oliendo la sal que sólo percibe el que viene a verte del interior. Cerrar los ojos, tener de nuevo 15 años y recibir esa primera rosa que te agita el corazón. Yo quisiera estar allí contigo, a las 12.00h con el Sol radiante, abarrotado el paseo de libros, inundado de gentes, repleto de rosas. Barcelona. No puede haber día más bonito para pasearte, para presumir de ti, no puedo añorarte más que un 23 de abril. Porque aunque yo me abandere con un "mi patria, mis zapatos", hace tiempo que mis zapatos caminan muy lejos de mi casa.
Que hermosas palabras! me encanta!
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