Ayer me quedé viendo la
entrevista que Julia Otero realizó a Alejandro Sanz. De todas las cosas que dijo
y no dijo el dueño del “Corazón partío”, hubo una que me sugirió escribiros
este post. Así, le cuestionaron su matrimonio por la iglesia a él que presume
de alternativo y el gaditano de adopción contestó: “quizá por eso me he casado,
porque lo alternativo ahora es el matrimonio y formar una familia”. Cierto.
Ahora que a mi alrededor la gente se separa a diestro y siniestro y se reparten
la casa, los días de la semana y los hijos con facilidad, seguro que sí, que lo
raro e inusual es mantener tu familia a flote.
Alejandro Sanz en Paraíso Express |
Los tiempos que vivimos no ayudan
desde luego. Personalmente creo que no vivimos una crisis económica, vivimos
una crisis sistémica. El sistema capitalista se derrumba, no se sostiene y
asistimos a una tremenda crisis de valores, a una insatisfacción permanente.
Tiramos comida de nuestra nevera que se estropea, tenemos más de dos coches en
casa, si no nos hipotecamos no hemos logrado el éxito, si no vamos de crucero
en vacaciones o planificamos el viaje ideal no son vacaciones. Un armario
repleto de ropa y nunca es suficiente. 300 amigos en Facebook y no hablamos con
el vecino. El sistema que ahora se derrumba nos “liberó” a las mujeres y
enfermó a nuestros hijos. Los niños de la llave, los llamo yo. Los que tienen
ipad, ipod, iphone y algunos además, fracaso esolar, depresión, ansiedad, etc. Cuidado,
para nada estoy tremendista, sólo reflexiva. Algo no hacemos bien.
Todavía tengo que defender muchas
veces mi opción vital de quedarme en casa ahora que mis hijas son pequeñas y
ser yo y no empleados o campus los que se ocupen de ellas. Lo peor es que son
las propias mujeres quiénes más te cuestionan. No superamos el cliché de la ama
de casa que se queda malcriando niños, con el trapo en la cabeza y viendo Ana
Rosa Quintana. Nada más lejos de esta mamá y de muchas otras que conozco. Tengo
muchas amigas profesionales, altamente cualificadas que llevan sus profesiones
de manera brillante y apenas sus hijos si sufren su ausencia. Son las menos,
pero éstas cuentan con la inestimable presencia de un papá funcionario en casa
que se hace cargo de los niños. Tengo otras, unas cuantas, que pensaron en no
cambiar su vida laboral en nada cuando tuvieron hijos. Muchas de ellas, se
dejan medio sueldo en canguros y aulas matinales y el otro en el psicólogo o en
el profesor particular. Otras han decidido no tener hijos para no renunciar a
su status profesional. A todas ellas las respeto.
Estoy orgullosa de permanecer en
el lado alternativo.