Ilustración: Mayka García Montava |
Soy una mamá normal. Ni fantástica, ni con superpoderes. A veces estoy cansada y me subo por las paredes, abro la puerta y salgo a respirar. Y cuento hasta diez. Muchas veces superprotejo, la mayoría del tiempo soy achuchona y besucona. Mi vecina bien sabe que alguna voz se me escapa. Sobretodo en horas punta. Ya sabes, la hora de ir al cole, "por favor niñas, que llegamos todos los días tardeeee" y la hora de ir a la cama, esa en la que ellas nunca piensan y me siento como de procesión semanasantera, pasito a pasito para lavarnos los dientes y subir las escaleras. Soy una mamá normal. Me cuesta un horror encontrar un ratito minúsculo para mi. A decir verdad, hace unos meses que me regalo unas clases en el gimnasio pero siempre sucede algo que me impide ir. Con los fogones me peleo todos los días. Reconozco que he mejorado mucho desde que hace 13 años dejé la casa de mamá, insuperable cocinera. Soy una mamá normal. No tengo ni idea de coser. "La mami de mi amiguita tal cose, y la de tal también ¿tú porque no lo aprendiste, mami?". Pues veréis reinas, a mamá le dan pavor los hilos, los dedales y las agujas. Y no será porque vuestra abuela no intentara que yo aprendiera. Nada. Yo los trajes estupendos de los festivales de mis hijas los llevo a la modista. Qué vamos a hacecerle. Soy una mamá normal y de todo no sé hacer. Bueno, últimamente tengo a otras mamis duendecillas de las agujas que me ayudan en estas labores.
Tengo dos hijas normales. Por esos son preciosas y maravillosas. No pretendo que sean las más rápidas, las más listas, las que nadan o bailan mejor. Cuando me equivoco, pido perdón y les digo lo siento. Intento buscar el breve espacio que me deja ser un rato yo. Ya sabes, mami buscando a Silvia desesperadamente. Porque hasta papá se asombra de las veces que en esta casa a lo largo del día se escucha "mami, mamita, mamá, mama, mamuchi, mamaaa y papa dile a mami que venga". Un clásico en tu casa también, ¿no? seguro. Soy una mamá normal. Me enfado, me canso, doy voces, me agoto y me recupero todos los días. El otro día Pitagorina respondía así a un ejercicio del colegio sobre las profesiones de sus padres: "papá: ingeniero; mamá: periodista, escritora, cocinera, cuidadora de nosotras y de papi, tiene un blog, profesora de inglés, planchadora, etc..". Me encantó lo de etc. Soy una mamá normal, felizmente normal, con un montón de etcs. Y sin un montón de ellos también.
Pues yo creo que eres una mamá normal pero supermamá ;-)
ResponderEliminarEnhorabuena entonces, porque ser una mama normal, ahora mismo no es tan fácil...
ResponderEliminarIntenta volver al gym, hará que te sientas mejor y tus energías aumenten para lidiar con tu dia a dia.. jjjaa
Un abrazo enorme
La normalidad es una gran cualidad que está infravalorada.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu día a día que es lo más normal del mundo.
Salu2