lunes, 23 de enero de 2012

Educando con tiempo o el slow parenting


Que todos queremos lo mejor para nuestros hijos es algo incuestionable. Hacemos esfuerzos titánicos en tiempo y bolsillo y les ofrecemos pintura, natación, inglés, música y hasta talleres de cocina a nuestros pequeños. Cuadramos horarios imposibles y los llevamos en un corre -  corre constante sin dejar tiempo a nuestros hijos para ser eso, niños.

Mi buena amiga Yolanda me comentaba ayer que su hija no quería asistir a sus clases de ballet la semana pasada. – Mamá, no quiero cambiarme ahora, acabo de empezar a jugar con mis muñecas. La pequeña de cinco años se resignó a jugar más tarde y se visitó con rapidez para salir de casa en una fría tarde de lunes. Mi pequeña Pitagorina, se levanta todos los martes diciendo que éste es su peor día de la semana. A sus siete años ya sabe que los martes no puede relajarse un minuto.  

¿Por qué nos estamos volviendo los padres tan acelerados y competitivos?.  El cambio social al que asistimos en las últimas décadas tiene mucho que ver con ello. En primer lugar, las familias son cada vez más pequeñas, la atención que los padres repartían entre más de cuatro o cinco hijos ahora se centra en uno, dos o como mucho tres niños. Luego está el consumismo que nos envuelve y que nos genera la “imprescindible necesidad” de que a nuestros hijos no les falte lo último del mercado: la wii, la ds, las monster high, los bey blade, etc. Y quizás también cabe señalar la edad con la que ahora somos madres y que parece que nos lleve a tener que hacer las cosas más deprisa.

A contaros todo esto me ha llevado la lectura del libro “Elogio a la lentitud”, del autor Carl Honoré que se ha convertido en un gurú de una nueva tendencia educativa: el slow parenting
“La vida no es una carrera; es un viaje, un descubrimiento para hacer juntos”, afirma el autor.
Detengámonos un poco y disfrutemos de nuestros hijos. Son niños una sola vez.


ilustración: Daniela Martínez (5 años)

6 comentarios:

  1. Me encanta volver a leerte. No puedo estar más de acuerdo con lo que dices y, por supuesto, ya me he apuntado el nombre del libro.
    Una de las razones que nos hizo decidirnos este curso a que yo ampliara mi excedencia maternal fue el hecho de que la enana, si yo trabajaba, iba a tener que ir al cole una hora antes (primeros del cole), quedarse a comedor y extraescolares, etc. Y todo eso para una niña de 3 años cumplidos en octubre que, por ejemplo, todavía dormía siesta. Nos daba penita, la verdad.
    La llevamos a natación dos días a la semana, pero ya es más llevadero: llega del cole, come, duerme su siesta algunos días (otros no, poco a poco se está quitando ella solita la siesta), y luego se va feliz a nadar.

    de todas formas...pues, a ver, no podemos permitirnos un curso más así :(

    ResponderEliminar
  2. Hola kym, a mí me encanta reencontrarme contigo. No te preocupes, poco a poco se hacen mayores y entonces puedes organizarte mejor el tiempo y tu tiempo con ellos. Pero sí que es una suerte que tu peque te tenga en su primera infancia. Un beso enorme y seguimos en contacto. silvia

    ResponderEliminar
  3. Totalmente deacuerdo!!

    Mi peque solo va a natación dos dias por semana, y yo voy con el, es un momento que compartimos juntos, pero algun día está cansado y no tiene ganas y hacemos algun plan alternativo..tampoco hay que saturarlos, son niños!!

    ResponderEliminar
  4. Hola Miri¡¡, me alegra verte por aquí. Un abrazo¡

    ResponderEliminar
  5. Me gusta mucho el dibujo.

    ResponderEliminar
  6. Gracias. Es obra de mi pequeña gran pintora¡¡. Le fascina pintar¡¡

    ResponderEliminar