jueves, 22 de enero de 2015

Parece que el Hada llegó al final del túnel


Queridos paseantes, muchas otras veces os he pedido tiempo para bloguear y una y otra vez he vuelto a escribir en el túnel, casi siempre impulsada por las ganas de compartir alguna experiencia, inquietud o sentimiento con vosotros. Esta bitácora tiene más de tres años ya y casi unas cuatrocientas entradas que casi siempre han ido acompañadas de bellas ilustraciones. He escrito en ella a horas intempestivas, me he levantado en medio de la noche para hacerlo y hasta me he constipado porque no he podido evitar escribir con el pelo mojado que es debajo de la ducha cuando me dedico a pensar. O cuando me da tiempo. Circulaba estas navidades por las redes sociales que, para una mamá, era más fácil encontrar un unicornio azul que un ratito a solas para ella misma. Lo suscribo.
Llevo tiempo sin escribir y curiosamente, ahora que las hadas Pitagorina y Pizpireta van creciendo y se supone que yo debería tener más tiempo para hacerlo, es cuando necesito un respiro. Parar y empezar de nuevo. Parece que el Hada llegó al final del túnel. Quisiera despedirme de todos aquellos que habéis paseado conmigo, de los muchos que me leéis desde lejos, de los que conozco y de los tantos que he conocido, de todos me he sentido muy cerca. Desde luego que este blog ha sido maravilloso para mi en la etapa más dulce y feliz que estoy segura viviré, que ha sido la infancia de mis pequeñas.
Veréis que hace tiempo que quería cerrar pero hasta han tenido que ser ellas quiénes, inconscientemente, me ayudaran a hacerlo.
Esta tarde se repasaban las mates en casa y hada Pitagorina me ha hecho el siguiente comentario: " Mami, ¿ves?, la vida es como un libro de matemáticas. Hasta hace dos días yo sabía que después del 1 venía el 2 y ahora de repente vienen a decirme que hay un montón de décimas, centésimas y milésimas entre ellos. Es mucho más fácil cuando eres pequeño". Ainns, mis niñas están creciendo y ya comen y duermen bien pero se enfrentan a nuevos retos y estos tampoco quiero perdérmelos. Definitivamente, seguro que tengo un montón de nuevas cosas que contaros pero ya no será desde el túnel del hada. Seguro que nos encontramos de nuevo. Hasta entonces os deseo mucha felicidad y me despido con la sugerencia de que abracéis mucho a vuestros hijos, de que améis y viváis todos y cada uno de los días y no dejéis de leerles, de leer y de que os lean. Esta noche se han acostado escuchando un precioso cuento de León Tolstói que empieza con estas tres preguntas que yo dejo aquí a modo de reflexión:

1 ¿Cuál es el momento adecuado para cada tarea? ¿ para cambiar de camino?
2 ¿Qué personas son las más necesarias?
3 ¿Cómo no equivocarse al decidir qué tarea es la más importante de todas? 

Muchas gracias y hasta siempre. La mamá del túnel




viernes, 12 de diciembre de 2014

Mi Platero, yo también te felicito

Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negros.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: "¿Platero?", y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal.
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas, mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar, los higos morados, con su cristalina gotita de miel.
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra. Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo (...)

Precioso mi Platerillo, uno de esos cuentos que se quedó en mi corazón de niña y que no he dejado de contar a mis pequeñas. En el centenario de su publicación, me sumo a todos los homenajes de los que es absoluto merecedor.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

A punto como estoy


Inslee ilustración
A pocos días de cumplir los cuarenta, así estoy. Presumiendo todavía de no tener que teñir canas en mi melena oscura, resistiéndome al gimnasio y a salir corriendo ahora que el running está tan de moda y que parece que a todos les ha dado por salir huyendo. Aprendiendo, que como decía Gabriel García Márquez va a ser lo más importante de esta década, a decir que no cuando quiero decir no. Empatizando con esas líneas no invitadas que empiezan a dibujarse en mi rostro. Disfrutando de la fiesta de mi casa al cerrar la puerta y bajarme de los tacones. Permíteme, unos tacones figurados porque ni me hacen falta ni me parecen lo más cómodo para esta vida de prisa en la que me manejo y porque la vida se ve mejor cuando caminas plana ¿A que sí? Te evitas cambiar tapetas, posibles esguinces, no estar cómoda y llegar tarde. Me gustan por eso tantísimo las manoletinas. 
A pocos días de cumplir cuarenta, extrañaba pasear por el túnel. Siguen creciendo las hadas y más que un túnel ya parece que hemos salido y entrado de nuevas a una autopista y además, vamos a toda velocidad. Ahora que me he cortado la melena y que me siento joven y fuerte para emprender nuevos proyectos. A punto como estoy de cumplir los cuarenta y debiendo pasarme a los zumos, no me resisto al café y tengo entre mis propósitos unos cuantos a cumplir. 
Amar más, escuchar, planificar menos y dejar amplio margen a la improvisación, tengo ¡tantos libros por leer!,dar las gracias y sonreir que no quiero perder la risa; bailar, porque me gusta bailar contigo y lo sabes, A punto como estoy. 











martes, 23 de septiembre de 2014

No más cuentos de hadas. Literatura para jóvenes lectores

Rachel Stubb ilustraciones
Llegó el día. Mi princesa no quiere leer más cuentos de hadas. Sucedió de repente. Mi gran pequeña lectora se plantó. Siempre hay un libro que te encuentra y te abre las puertas a un mundo maravilloso del cual ya no puedes salir. Necesitas más, más palabras que te alimenten el alma, más historias que te lleguen al corazón. Fue el fin de semana, cuando de un tirón descubrió la maravillosa Matilda, de Roald Dahl .Después de beberse  su historia me pidió más libros "con mensaje mamá, más profundos, como éste". Y ha legado su maravillosa colección de cuentos a su hermana pequeña, para ella las colecciones de Tea y Geronimo Stilton, La Banda de Zoe y las aventuras de Bat Pat, las colecciones de Barco de Vapor y los maravillosos cuentos ilustrados de Edelvives, entre otros, que la han ido forjando como lectora. Comenzamos nueva etapa y yo misma debo rebuscar en librerías y bibliotecas nuevas lecturas para ella. ¿Los buenos lectores son o se hacen? Los buenos lectores son y se hacen y viceversa. En casa las estanterías se ahogan de cuentos y se han escuchado historias todos los días y se lee en voz alta todavía ahora que mis hadas pueden hacerlo solas. 
¿y ahora qué le recomiendo leer? He pensado en presentarle a Michael Ende y voy a buscar para ella las fantásticas novelas MOMO y La historia interminable. Pero estoy muy flojita en literatura juvenil actual y agradezco mucho vuestras sugerencias.

La mamá del túnel

martes, 16 de septiembre de 2014

Extraescolares

Ilustración de Pascal Campion
Que todos queremos lo mejor para nuestros hijos, es obvio, que muchas veces nos equivocamos, es una certeza. Nada más empezar el cole, vuelven las temidas extraescolares y compruebo año tras año como mis amigas hacen malabares para encajar a sus hijos en unos horarios maratonianos. No sé cuántas veces habré hablado ya de este tema en el túnel, seguro que unas cuantas, ustedes paseantes me perdonen. Cuando yo era pequeña se iba al cole y poco más. Punto. Se merendaba, se hacían los deberes y se jugaba. Cuando ya fui mayor, la cosa cambió y asistí a clases de idiomas, para más no tenía tiempo, tenía que estudiar. No sé cómo funcionará este tema en otros países y lo digo conocedora de que al túnel accedéis de muchos lugares, pero en España en los últimos años, la oferta extraescolar es enorme y es así desde la más tierna infancia: idiomas, natación, fútbol, tenis, frontón, danza, patines,pintura, mecanografía, ateletismo, baloncesto, cocina para niños, catequesis, música y un sinfín de otras más. Por hacer podrían hacer parapente y montar a caballo, por supuesto. Por poder, podríamos llenar su agenda hasta la hora de la cena. SOCOOOOOOOOOOOORRO.
Lo más importante en la vida de un niño es su infancia, lo más importante cuando están en primaria es el cole. Maravilloso que puedan combinar una o dos actividades, máxime, no más. A ser posible un deporte entre ellas. Debemos dejarnos orientar por nuestros hijos, por sus gustos y preferencias y también saber si necesitan tanta actividad porque llevan muy bien su tarea escolar o en cambio es preferible que se queden más tiempo en casa y refuercen si les cuesta su trabajo en el cole. Nos vamos a ahorrar carreras, llantos y voces, vamos a ganar paz y tiempo.
Pongamos sentido común. Los adultos somos nosotros. Por un curso feliz.
La mamá del túnel.