jueves, 19 de enero de 2012

Un ratón Pérez accidentado


Ayer a mi pequeña pizpireta se le cayó su primer diente. Ella ni se dio cuenta. Fue justo al salir de sus clases de ballet cuando su sonrisa me anticipó lo ocurrido. Primero la emoción fue enorme pero después su sufrimiento no se hizo esperar:
-        _  Mamá, ¿cómo va a venir el ratoncito Pérez a casa si no tengo diente que dejar bajo la almohada?, gimió ella sin consuelo.
Por supuesto me costó mucho dormirla e intentar convencerla de que el ratón es muy listo y vendría a darle las gracias por un diente que seguro que habría encontrado y entre tú y yo que seguro se ha tragado. Pues bien, esta mañana la sorpresa ha sido mayúscula, pues Pizpireta se ha encontrado con una carta que decía así:

Querida Daniela. Soy Pérez, ratón Pérez. Llevaba varios días pendiente de ti y de tu valioso dientecito. Se te cayó ayer mientras merendabas y lo he recogido esta noche a las puertas de tu casa. Te dejo un pequeño detallito a cambio y unas moneditas. Volveré pronto a verte. Un abrazo ratonil muy fuerte.

Fdo.
Ratón Pérez                 



   


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