Aquellos que piensan que trabajar desde casa es más fácil que hacerlo desde una oficina, sencillamente no han trabajado nunca desde casa. Las horas se alargan y organizarse y disciplinarse para sacar adelante trabajo y dominar las tareas del hogar puede convertirse en un reto de lo más agotador.
Cada vez son más las empresas que proponen a sus empleados no ir a la oficina uno o dos días a la semana. La banda ancha y el abaratamiento de las comunicaciones móviles así lo permiten y proliferan los trabajos remotos. Claro está que esto depende de la cultura empresarial y encaja más con aquellas que miden la productividad por objetivos y resultados que por las que siguen vinculándola a las horas presenciales que pasamos en la oficina.
Los profesionales liberales también realizan gran parte de su actividad laboral desde casa. Y ni te cuento las mamás que hemos optado por esta modalidad y que nos permite una mayor conciliación. En cualquier caso, como en todo, los hay que están a favor y los que no. Los primeros valoran el tiempo que se ahorran (no olvidemos que uno empieza a trabajar desde el momento que pone el pie fuera de la cama), así como los costes de movilidad (taxis, coche, metro, parking, etc), comer en casa es más barato y por supuesto puedes trabajar mucho más cómodo. Los segundos no parecen convencerse y alegan que pierden más tiempo, no se organizan y no rinden.
¿cómo optimizar el tiempo desde casa? ¿cómo nos hacemos con una rutina laboral sin jefes ni compañeros?.
En primer lugar y en especial si eres madre o padre de familia, todos deben entender que tú estás trabajando. He aquí algunas pautas para sobrellevar tu trabajo y que no se te caiga la casa encima:
ü Márcate un horario y cúmplelo.
ü Arréglate. Imposible trabajar en pijama.
ü Necesitas un espacio, tu oficina en casa. Si no tienes posibilidad de tener un lugar reservado para ello, búscalo. Yo trabajo en la mesa del salón, con mucha luz y tengo mis cosas ordenadas con todo lo que necesito en una caja/archivador que recojo cuando termino.
ü Haz un break. Ya sé que si eres mami vas a aprovechar para hacer cosas en casa. No. Organízate antes o después del horario pautado y no le dediques más de cinco minutos a cada habitación. Los peques tienen que ayudarnos según su edad: doblar su ropa, recoger sus zapatos, ordenar sus juguetes o poner la mesa es algo que pueden hacer desde los cinco años.
Y para terminar, os dejo una regla de oro que leí en una newsletter de emprendedoras.com:
“Aprenda a cerrar los ojos. La paz del mundo no peligra si no hicimos la cama hoy o si no lavamos los platos del desayuno. La casas, como la gente, no son perfectas, no se exija más de lo que puede hacer, si no es cuestión de transformase en superwoman, sino en disfrutar nuestro trabajo y a nuestra familia”.
imagen: revista entrepadres
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