Deberes en casa. Muchos o pocos

Los deberes que los niños traen a casa son motivo de más de una charla y un debate entre los padres y madres que conozco. Los hay que se quejan de que son demasiados, de que con lo que trabajan en el cole es suficiente, que los niños se hastían o desmotivan y de que apenas tienen tiempo para jugar, realizar otras actividades o estar en familia. Por el contrario, otros papás se quejan a la inversa, de que sus hijos raras veces traen tarea del cole y no les queda más remedio que reforzarlos ellos en casa con tareas adicionales. ¿Dónde está el término medio? ¿Por qué es importante que los niños se habitúen a hacer deberes? ¿Cuál debe ser nuestra postura como padres? ¿debemos ayudarles? ¿cómo?.

No hay que olvidar que el primer objetivo de los deberes es fijar y consolidar lo aprendido en clase, favoreciendo que nuestros hijos aprendan a responsabilizarse de sus tareas y a ser independientes. Existen materias como las matemáticas, la lengua y especialmente otros idiomas que requieren de práctica para la interiorización individual.

Cada colegio y cada maestro tiene su método de trabajo. Respeta al profesional que es y especialmente no pongas en duda su autoridad delante de tu hijo/a. Cada vez los papás nos implicamos más en la tarea de nuestros hijos y esto es bueno siempre y cuando sea para enseñarles a organizar y administrar su tiempo, no para sentarnos a su lado a hacer o hacerle los deberes. Es muy positivo enseñarles a resumir, hacer esquemas, a sintetizar para que después nuestro hijo pueda organizarse sólo.

Desde bien pequeños, ayúdales fijando un horario para las tareas. Nada de hoy a las cinco, mañana a las siete y hoy repaso el examen cuando termine mi serie favorita. Es importantísimo y les ayuda mucho saber cuándo tienen que empezar a hacer su tarea y más si saben que después podrán tener tiempo para ellos. Mejor a primera hora de la tarde, cuando están más frescos.

Los deberes hay que hacerlos, a ser posible, en un mismo lugar de trabajo, con luz y todo lo necesario a mano o estarán distraídos y perderán mucho tiempo buscando el libro, el lápiz o los colores de turno. Ni que decir tengo que no hay que hacer deberes con la tele puesta, ¿no?.

Valora su esfuerzo cuando acabe, sé constructivo. Si hace una copia con mala letra no le digas que “esto está fatal” y sí mejor “seguro que puedes hacerlo mejor, tú tienes una letra preciosa cuando quieres, ya verás que el resultado te gustará más”.

Hazle responsable. El año pasado Pitagorina se dejó olvidado su cuaderno de tareas en el cole y yo le pedí a una mamá que me dejara fotocopiar el de su hija para que la mía pudiera llevar los deberes al día siguiente. Craso error, mi hija se dejó de nuevo el libro dos semanas después. Esta vez, le dije que no pasaba nada y pese a su llanto ella sola subió a su clase y asumió su responsabilidad. No le ha vuelto a pasar y me consta que revisa lo que ha de traer a casa con su amiguita cada día.

Si todavía crees que tu hijo/a trae muchos deberes, coméntalo con su tutora. Estudios recientes señalan que a partir de tercero de primaria, deben dedicarle de 1 a 2 horas diarias, no más. Quizás trae retrasada tarea de clase o necesita que le ayudes a organizarse mejor. En conclusión, buenos hábitos, refuerzo positivo y estaremos ayudando a nuestros hijos a sobrellevar su tarea diaria con éxito.