sábado, 10 de septiembre de 2011

S.O.S Piojos¡¡

Pensé que jamás vendrían a mi casa hasta que un lunes se presentaron sin llamar. Fue mi hija, Adriana, quien me avisó y no le hizo falta decirme nada. Ella salía atropellada del colegio como siempre, corriendo, entre risas, muerta de hambre pero ese día, además, rascándose la cabeza a dos manos desesperadamente. Casi me dio un pasmo. Ja,¡¡, a mí, que prefiero citarme con un cocodrilo a la vuelta del pasillo antes que con un grillo.

Ni que decir tiene que me atacó la ansiedad de las primerizas: llamé a mi madre, a mi tía, a mis vecinas, interrumpí la reunión de papá. Y es que aquello era una emergencia. Después de hacer las indagaciones pertinentes senté a mi pequeña en mis rodillas y le expliqué cuál era la situación. Juntas tendríamos que unir fuerzas para derrocar al enemigo y lo haríamos con una buena dosis de paciencia. Las dos.

Lo que hice yo ( y fue efectivo):

Empapé el pelo de mi hija con vinagre, el primero que tenía a mano en la cocina. Me dejé media botella en su cabeza que luego envolví con una bolsa de plástico a modo de turbante. Remedio éste primero sugerido por las abuelas y tías abuelas. No convencida de la eficacia dí un salto a la farmacia más cercana y compré liendrera y champú más loción antipiojos. Me dejé un pastón. De nuevo en casa pasé la liendrera por el cabello de mi paciente hija. Mechón por mechón. Después tocó sesión lavado con el champú específico, esperar, aclarar y otra vez el artefacto con púas. Eso no fue todo. Saqué sábanas y fundas que metí en la lavadora junto a los cojines, las fundas del sofá y todas las toallas que circulaban por casa. Era una epidemia. Fue la tarde de lunes más agotadora que recuerdo.

A excepción de la mascarilla de vinagre, repetí toda la operación una semana más tarde. Los piojos se habían ido de casa pero Adriana fue con trenzas y repelix un mes más al cole, hasta que la profe comentó que parecían haber desaparecido. Esto que te cuento sucedió el año pasado, nada más iniciar el cole.


Algunas recomendaciones para prevenir:

  1. Revisa la cabeza de tu hijo/a al menos una vez a la semana. Después del baño y con el cabello húmedo. Túrnate para que también papá lo haga¡¡¡¡. Más vale prevenir que curar, dice el refrán.

  2. Tanto en casa como en el cole, los niños deben tener su propia toalla y peine.

  3. Pide a la maestra de tu hijo/a que os avise inmediatamente si detecta que hay piojos en clase.

  4. Aplica entonces un repelente en el pelo, bien recogido de las niñas.

  5. Sólo utiliza productos (champús y lociones) específicos si tu hijo ya se ha contagiado y no si crees que pueda estarlo o no te imaginas como sufre su delicado cuero cabelludo.

  6. En los herbolarios puedes encontrar repelentes naturales como la esencia pura de lavanda o la esencia de árbol de té.


Una web recomendada en referencia al tema es www.madrescontrapiojos.com


Buen inicio escolar.

1 comentario:

  1. Mi hijo tuvo piojos hace un año por suerte lo solucione sin tener que raparle el pelo... os dejo algunos consejos...

    Cómo prevenir los piojos
    Cómo tratar la aparición de piojos

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