domingo, 18 de septiembre de 2011

mujeres ejemplares, madres fuera de lo común


Este fin de semana me he encontrado con dos amigas, mamás con hijos las dos, madres trabajadoras también. Nada de especial de no ser porque, además, son mujeres ejemplares. Desde que soy mamá siento respeto y admiración por toda mujer que también lo es: por las noches en vela, por la entrega desinteresada, por la energía derrochada, por el amor ilmitado, por el ahora tú, después tú y a tal vez al final del día un poquíto yo. La mayoría de ellas, al igual que yo, lo han tenido fácil por una sola razón: tienen niños sanos. Muchas de ellas, además, cuentan con una situación familiar estable en el seno de la cual no hay carencias emocionales ni económicas. Así es más sencillo.


Como te contaba mis amigas, a quienes aquí llamaré Ana e Irene no lo han tenido ni lo tienen tan fácil. Ana, tiene tres hijas de 12, 8 y 6 años. Cuando la pequeña a penas tenía 3 meses, perdió a su pareja. Casi imposible encontrar niñas más queridas y generosas que las de Ana que trabaja en un centro comercial sin poder pedir reducción de jornada para llegar a fin de mes. Sus ojeras son siempre enormes y su sonrisa infinita. Jamás una queja. Luego está Irene, que lucha con la enfermedad de su hijo desde que nació con una dignidad y abnegación sobrecogedoras.

Cuando a veces el día me vence pienso en ellas y otras tantas madres que sí reman a contracorriente. Para ellas, toda mi admiración.


1 comentario:

  1. Yo tambien conozco a una mama, que no lo ha tenido y n lo tiene facil, yes cierto que solo con pensar en ella, en su fuerza, y en su nmensa alegria, me hago fuerte.

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