jueves, 24 de noviembre de 2011

Animando a leer a tus hijos


“Apagad ya la luz que es muy tarde” cantinela nocturna en mi casa todos los días. Las pequeñas hadas disfrutan leyendo antes de irse a dormir y esto me ha causado más de un problema si alguna vez se nos ha hecho tarde y quiero acostarlas sin más. “Tú siempre dices que no puedes dormir sin leer, mami” se jacta pizpireta y añade “nosotras tampoco”. A sus cinco años la pequeña de la casa ya lee bastante bien. Además de por el excelente trabajo de su maestra, creo yo que motivada por pasarlo tan bien como su hermana mayor.

Cierto es que hay niños, como adultos, que disfrutan más o menos leyendo pero yo estoy segura de que si de pequeños los animamos a la lectura ya no dejarán jamás de disfrutar de un buen libro. El tema es cómo hacerlo. Voy a compartir contigo lo que a mí me ha funcionado:


  1. Como bien se anunciaba: si los padres leen, ellos también.

  2. Pon sus cuentos y libros a su alcance, que desde pequeños puedan cogerlos y ojearlos.

  3. Como a tí, a ellos les gustan los libros que narren y cuenten las cosas que son de su interés. Si a tu hijo le gustan los piratas, los dragones o el espacio, hay mil cuentos con historias fantásticas dónde aprenderán más sobre ello.

  4. Si es un poco remolón, empieza tú a leerle el cuento, con entusiasmo e interés y deja que sigan ellos interesándose por la historia.

  5. Que ellos ya lean, no significa que tú debas dejar de hacerlo.

  6. Busca un ratito al día. Un momento de lectura en el que tú puedas sentarte a leer con ellos.

  7. Acude asiduamente a la biblioteca. Hay muchas novedades y también cuentacuentos muy divertidos.

  8. Regala cuentos.


También los docentes tienen aquí un papel trascendental. Yo tengo la suerte de contar con la inestimable ayuda de la maestra de mi hija mayor que trabaja con entusiasmo por inculcar a sus alumnos el precioso hábito de leer. Así, los niños llevan a casa lo que ella ha llamado “la mochila viajera”. Un método como hay muchos de animación a la lectura en el que todos los niños de la clase están inmersos. La mochila viajera pasea por la casa de todos los niños cada semana donde permanece los siete días para que el afortunado/a descubra los tesoros de su interior. A saber cuatro libros que han de leerse o leer en familia. Se trata de libros divertidos, no muy extensos (son niños de 7 años), cargados de sorpresas y curiosidades, de aventuras. Todos los leen y luego en una libreta en común que viaja con la mochila cada uno escribe lo que más le ha gustado. Esta semana la mochila duerme en casa. Pizpireta ya se ha leído uno de los libros, divertidísimo, que habla de una bruja que no gana para multas por aparcar mal su escoba. Hay otro de animales, repleto de curiosidades para mí también, que le estoy leyendo yo a ella y a su hermana mientras meriendan o cenan y papá ha escogido otro para leerles por la noche.

Me parece un método estupendo que he querido compartir con vosotros.

Un saludo cordial.

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