jueves, 1 de marzo de 2012

Claro, yo también soy una mejor mamá imperfecta


La pequeña Pizpireta tuvo ayer una mala caída en el cole, de esas que hacen costra y morado e hinchazón y de las que duelen cuando te rozan, te duchan, te ponen  leotardos, o te miran simplemente.  Eso y sus esfuerzos por comer un poquito mejor cada día esta semana me llevaron a compensarla invitando a su amiguita del cole a merendar a casa. Lo pasaron estupendamente. Mientras, Pitagorina terminaba sus deberes y preparaba su examen de inglés antes de ir a sus clases de ballet. Las dos pequeñas jugaron en el jardín y en media casa, lo cual a mi no me importa, al contrario, soy de las que pienso que las casas están para vivirlas y disfrutarlas. Que se desordena, se ordena, que se ensucia, se limpia, que se manchan ellas, se lavan. Mamá  es un pirata malo, blog que os recomiendo, va más allá que yo y deja que sus peques, pinten con pintura de dedeos en el baño. Ja¡, ella si que es valiente. “Si luego con la ducha es muy fácil de quitar”, me dice encantada .

No quiero perderme. Todo esto me sirve para contaros que cuando recogí a mi hija mayor de sus clases de danza y mientras la ayudaba a vestirse a ella y a otras dos amiguitas a las que también recojo (alguna vez os he contado como nos ayudamos aquí entre las mamis, ya sabes, tú las llevas yo las traigo), me dio un bajón.  Un tremendo bajón físico de esos de “daría medio brazo para que me llevaran a casa, me bañaran a mí, me hicieran la cena y me acostaran”.  Obviamente, imposible.  Por supuesto que no soy la madre perfecta, “la mejor de todas”, diría Pitagorina. Muchas de mis amigas me dicen que tengo una paciencia infinita, pero yo aquí te digo hoy que no siempre es así. Hay días que se te acaba la gasolina, la paciencia y que quieres  terminar rápido, darte una ducha y sentarte un minuto en el sofá. Ayer, yo quería duchar a mis hijas en un segundo, que no hubiera enredos, ni tirones ni “ay mami, que me haces daño” (estos pelos hay que cortarlos ya). Ayer, quería que cenaran en un santiamén y que se lavaran los dientes sin tener que estar yo:

_ Niñas, los dientes, venga niñas los dientes.
_ Un pipí, ¿habéis hecho ya pipí?. Vamos que es tarde
_ Agua ahora, vale te la llevo
_ A la cama niñas. Y finalmente un  grito: ¡A dormir!, Hoy ya estoy desenchufada.¡¡¡

Pues eso, que te lo cuento, porque hay días en los que me canso, me irrito, me agoto y me desespero, como todas las fantásticas y mejores madres imperfectas del mundo. Por cierto, hoy estoy mucho mejor. Un beso

1 comentario:

  1. Esto es el pan de cada día, el papel de superwoman agota a cualquiera, pero lo hacemos felices. Así que descansa y recarga pilas, que estas chicas no paran!! Muchas gracias por acordarte de mi!! un beso guapa!

    http://www.mamaesunpiratamalo.blogspot.com/

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