miércoles, 31 de octubre de 2012

En la cocina, horneando la infancia

imágen: Mrs Boho

Ella preparaba un delicioso arroz con leche y un cálido arroz del puchero. La recuerdo siempre en la cocina. Yo solía cobijarme en el calor de los fogones y en las faldas de mi abuela. Ahora cada vez paso más tiempo en la cocina. Me recuerda mi niñez y si bien jamás presté demasiada atención a lo que allí se cocinaba y años más tarde he tirado de los  recetarios, siempre regresan a mi los olores de mi infancia. Hoy os hablo de la cocina, mi lugar preferido en el túnel. Siéntete privilegiada si te recibo en esta estancia de mi casa y no en el salón. 

Fueron las hadas quienes me llevaron a ella de nuevo para elaborar papillas, sopas y purés y más tarde caldos, guisos y postres. Postres. Los postres nos pierden últimamente. Será que el frío y la lluvia nos dejan cómodamente en casa y entonces las tres nos transformamos en los mejores chefs. A Pizpireta le encanta hacer nieve con las claras del huevo y Pitagorina no se resiste a preparar las coberturas de chocolate para los bizcochos. Tartas, madalenas, nada se nos resiste y a la lavadora tampoco porque, eso sí, mancharse les divierte igual que a mi me exaspera. Cuando cocinamos o mejor, cuando horneamos, se cocinan también nuestras confidencias y eso me resulta delicioso como una taza de chocolate caliente. Imagino que ellas, como yo un día, se van llenando de olores y van cargando emociones. Esa mochila que va formando a mis mujercitas.

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